El mes de agosto estuve haciendo una residencia de investigación de mi proyecto Plantar, que busca vincularse con los elementos naturales de cada lugar a través de la ciencia y la sabiduría ancestral, en el Espacio de creación artística Txawün. Me acompañaron Tamara Colipan, artista local, Francisco Bucchi, geólogo y la musicóloga Elisa Avendaño Curaqueo. A lo largo de seis días, generosamente, han compartido su sabiduría sobre plantas, árboles, animales, la historia de la tierra, permitiendo un acercamiento a la cosmovisión, a la tradición, a la resistencia y a la belleza del habitar el día a día en el Wallmapu.
El primer día caminamos por la ciudad de Temuco hasta llegar a Padre Las Casas, cruzando el puente Treng Treng y Kay Kay. El segundo día tuve la oportunidad de compartir con un machi y empezar un trabajo personal de limpieza y sanación. Luego, almorzar y compartir el cotidiano con mi amiga Elisa Avendaño Curaqueo, acompañarle con sus tareas cotidianas, hablar de la vida y de la muerte, de lo importante que es la tierra, la resistencia mapuche. Todo tiene espíritu, los bosques, el volcán, el río, el lago, todo está vivo. Dibujamos en pequeño y luego en grande la geografía del territorio. Dibujamos nuestro lugar de origen y nuestro lugar actual. Plantamos un Quillay, distinguimos los árboles antes de su florecer.
Para el día de la apertura de proceso de lo que va siendo mi proyecto Plantar, invitamos a la agrupación de mujeres indígenas Folil zomo. Aquella tarde compartimos con ellas diferentes momentos de la residencia, transformador en acciones cotidianas ritualizadas al hacerlas en colectivo. Todas entramos a jugar dentro de la ficción, la realidad, la verdad, el compartir del teatro. Mi experiencia en una semana ha sido muy profunda. Regrese a la ciudad con el corazón lleno de vida por un territorio que también resuena en mis ancestros que habitaron por ahí. Después de 16 años de vivir fuera, qué mejor que empezar la residencia ahí, en el Wallmapu, en Padre de las Casas, en Txawün. Gracias por este viaje de regreso al origen. Eternamente agradecida.